Este 17 de octubre, varias organizaciones políticas, sindicales y sociales se movilizan “hacia la conquista plena de la Justicia Social“ y en un nuevo aniversario de la tradición peronista, convocan a expresar sus reclamos y sus propuestas.
Como corriente ideológica diversa a la de algunos de los convocantes pero integrantes del Frente de Todos, desde el Comité Ejecutivo Nacional de la Confederación Socialista acompañamos la movilización como forma de explicitar nuestra visión entre las varias que conviven en la coalición de gobierno.
No podemos dejar de coincidir en que la justicia social es “arrebatada desde hace tiempo por un poder fáctico corporativo que opera por encima del sistema democrático burlando la voluntad popular y frustrando sus legítimas aspiraciones.”

El gobierno nacional, al que pertenecemos, ha actuado de forma ambivalente en la convocatoria de la movilización de los sectores populares y el justificativo suele ser invocar una correlación de fuerzas desfavorable para afrontar los desafíos y reformas necesarias.
En ese marco, solo la unidad de los sectores populares de la sociedad, de la pequeña y mediana industria, del pequeño y mediano productor de la ciudad y el campo, de los trabajadores y la clase media posibilitará articular la fuerza social y política necesaria para hacer efectivas las medidas requeridas para enfrentar la actual crisis sistémica.
No es el momento de ceder posiciones sino de ejercer en plenitud el poder emanado de la soberanía popular y en ese sentido preguntamos cómo se puede plantear unidad nacional con “un poder fáctico corporativo que opera por encima del sistema democrático burlando la voluntad popular”.
En el marco de una feroz contraofensiva del gran capital, a nivel global y también en nuestro país, la apelación a la “Unidad Nacional por el Bien Común” remite a mera proclama defensiva, desmoralizadora para el campo popular. Contrariamente, para movilizar con éxito es necesario convocar con un horizonte de expectativas transformadoras y esquivar toda resignación, apelando a construir un futuro radicalmente mejor, sin caer en posibilismos que desalienten las iniciativas de cambio.
Para ello, la tarea es domesticar a la clase capitalista controlando desde el poder político los resortes de la economía, regular los mercados y habilitar toda política pública que subordine el poder económico a las necesidades de una democracia no sólo formal sino social.
Toda vez que nunca existió la armonía entre las clases y sólo la presión de la movilización popular conquistó derechos y democracia, es que apelamos a la unidad de todas las corrientes y sectores del movimiento popular y en ese contexto recuperamos como propios los reclamos que contiene la convocatoria UNIDAD NACIONAL POR LA SOBERANÍA CON JUSTICIA SOCIAL.
-Comité Ejecutivo Nacional- 15 de Octubre de 2022