La dictadura de Onganía intentó liberalizar la economía y cercenar las conquistas democráticas que imperaban en las Universidades Argentinas. La suspensión de los convenios colectivos de trabajo, el congelamiento de salarios y la derogación del «sábado inglés», fueron algunas de las medidas económicas tomadas por el gobierno de facto, muy similares al programa de gobierno que se muestra como novedoso por libertarios y exfuncionarios de la actual oposición nacional. Por otro lado, intervino las universidades y reprimió fuertemente al movimiento estudiantil. Solo algunos meses después de haber derrocado a Illia llevó adelante el episodio conocido como «La noche de los bastones largos» desalojando violentamente varias Facultades que habían sido tomadas por los estudiantes.

Activismo sindical y obrero se conjugaron el 29 de Mayo de 1969 en Córdoba para plantarse frente al Presidente de Facto. La CGT local encabezó la huelga general y grupos de estudiantes y obreros ganaron el centro de la ciudad donde se sumó una gran cantidad de personas. Como resultado de la represión policial, con intervención del ejército, al rededor de 30 personas murieron y cerca de 500 resultaron heridas. A partir de allí, la movilización social fue en alza contra el poder autoritario y un año después Onganía debió dar un paso al costado.