la Confederación Socialista plantea que sólo un programa coherente que apunte a una profunda reforma estructural del país basada en un universo de políticas públicas resarcitorias de la dinámica económica autónoma, que implique un shock reindustrializador, modificaciones radicales en materia tributaria y aduanera, dispositivos cooperativos y solidarios, un rediseño de las políticas sociales que privilegien el trabajo y la producción, la redistribución del ingreso vía las instituciones de la democracia participativa y políticas sociales consistentes del tipo de la renta básica universal, puede alentar la esperanza de un desempeño exitoso en el próximo desafío cívico.